A Macon Blair le debéis conocer
por su participación en Murder Party,
Blue Ruin o Green Room, todas dirigidas por Jeremy Saulnier (de no ser así, ya
estáis tardando); sin embargo este prolífico actor también es guionista,
productor y, ahora, además, director de Ya
no me siento a gusto en este mundo, cinta que causó furor en el pasado
Festival de Sundance y que recientemente ha comprado la plataforma de VoD
Netflix. Este título nos presenta a Ruth (Melanie Lynskey), una auxiliar de
enfermería algo tímida y depresiva que un día descubre que alguien ha entrado
en su casa y le ha robado el ordenador portátil y una cubertería de plata. A
partir de entonces Ruth le planta cara al mundo y, junto a su vecino Tony
(Elijah Wood), un flipado de las artes marciales, decide buscar por sus propios
medios sus bienes usurpados dando como como resultado una trepidante aventura
llena de situaciones absurdas y violentas. Efectivamente, si después de leer
esto te ha venido a la mente El gran
Lebowski aderezado con una pizca de Un día de furia de Joel Schumacher,
estás en lo cierto. Mediante el habitual humor negro del que hacen gala este
tipo de propuestas, asistimos al extraño periplo que emprenden estos dos
peculiares perdedores que claman justicia para, más tarde, encontrarnos con una
inesperada redención que aunque merecida resulta algo forzada. Por otro lado,
tanto Elijah Wood como Melanie Lynskey (a quién recordamos junto a Kate Winslet
en Criaturas celestiales de Peter
Jackson) pese a conseguir unas interpretaciones bastante notables, su trabajo
se ve mermado por un guion un tanto desgarbado que, aunque nos deja personajes
de lo más atractivos y situaciones memorables (véase el asalto de Levy y
compañía a la mansión), acaban resultando algo desdibujados. Pero tampoco quiero
desmoralizar a nadie, Ya no me siento a
gusto en este mundo no está nada mal y es una más que decente carta de
presentación de Macon Blair. Estoy absolutamente convencido que nos ofrecerá grandes
ratos en el futuro. ¡Démosle tiempo!
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